Pues aquí estamos en otro día estupendo de los nuestros y muy muy tranquilito, como véis voy con un poco, bastante retraso en las publicaciones, pero bueno, lenta pero segura.
Selva sigue creciendo y cada día va mejor acompañando a las yeguas, aunque hoy ha sufrido su primer pisotón de parte de Triana, jajajaja, pobrecita Selva, pero así también irá aprendiendo que no se puede una cruzar al tun tun delante de los caballos.
La pobre Cris, enseguida se puso nerviosa por el pisotón de Selva y quería bajarse para ver si estaba bien, pero ya se veia que era solo el susto y nada más, más que un pisotón, debió de ser un empujón porque si la pisa de lleno si que la hace pupa.
Aquí están Cris y Susan, charla que te charla, ya no se ni de que hablaríamos, pero lo que es seguro es que hablamos mucho, jajaja, y bien que nos vienen estos relax y charlitas que nos hacemos.
Llegamos a la laguna que no está nada bollante este invierno, porque como no llueve pues no se llena, desde luego el invierno pasado tuvo su mayor auge desde que conozco esta lagunilla.
Ahí donde estoy metida es la parte mas honda de la laguna, en condiciones normales con la laguna llena nos cubriría por completo a Saeta y a mí, pero sin embargo ya véis por donde nos cubre.
Me he bajado para hacer algunas fotillos desde el suelo y he dejado a Saeta ahí suelta, cualquier día me toca volverme andando porque le de la vena de pirarse, jajaja, ni me lo quiero imaginar que hay una buena tirada hasta casa.
Selva sigue creciendo y cada día va mejor acompañando a las yeguas, aunque hoy ha sufrido su primer pisotón de parte de Triana, jajajaja, pobrecita Selva, pero así también irá aprendiendo que no se puede una cruzar al tun tun delante de los caballos.
La pobre Cris, enseguida se puso nerviosa por el pisotón de Selva y quería bajarse para ver si estaba bien, pero ya se veia que era solo el susto y nada más, más que un pisotón, debió de ser un empujón porque si la pisa de lleno si que la hace pupa.
Aquí están Cris y Susan, charla que te charla, ya no se ni de que hablaríamos, pero lo que es seguro es que hablamos mucho, jajaja, y bien que nos vienen estos relax y charlitas que nos hacemos.
Llegamos a la laguna que no está nada bollante este invierno, porque como no llueve pues no se llena, desde luego el invierno pasado tuvo su mayor auge desde que conozco esta lagunilla.
Ahí donde estoy metida es la parte mas honda de la laguna, en condiciones normales con la laguna llena nos cubriría por completo a Saeta y a mí, pero sin embargo ya véis por donde nos cubre.
Me he bajado para hacer algunas fotillos desde el suelo y he dejado a Saeta ahí suelta, cualquier día me toca volverme andando porque le de la vena de pirarse, jajaja, ni me lo quiero imaginar que hay una buena tirada hasta casa.
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